miércoles, 21 de febrero de 2007

Al fin en el downtown


Bueno, todo llega.

Por fín he dejado el hotel y ya tengo mi pisito en pleno Downtown de Seattle...ya tenía ganas.

Sólo queda pillar los muebles, porque el rollo zen minimalista mola tres minutos, luego el ser humano necesita un sofá.

Si, si, ya va, ya pondré las fotos en flickr como dios manda...pero es que como no ponga primero las de la boda y el viaje creo que sentiré como el ojo de Sauron se fija en mí y el anillo que llevo comenzará a calentarse y a volverse más pesado...

Dejo como anticipo la vista desde el balcón, aunque evidentemente el Downtown es más fotogénico de lejos...
http://bonacheladas.blogspot.com/2007/02/el-corazn-ms-grande-de-seattle.html

Y sí, lo del corazoncito me lo perdí, estaba aún en Everett...sniff...mi nikon llora desconsolada porque su padre no la aprovecha...

jueves, 15 de febrero de 2007

Welcome to Geekland!

A ver, como lo digo de un modo suave...

1./ Imagina un sitio del tamaño de un centro comercial...bueno, de varios.
2./ Busca a la peña más gafotas de los USA y métela dentro.
3./ Como eran pocos, trae unos pocos más de Japón, Italia, Alemania, Rusia, China, España...etc.
4./ Dales a todos un PC.
5./ Hala, a fabricar aviones.
6./ ah! se me olvidaba, véndeles todo tipo de frikadas con el logotipo de Boeing en una tienda.
7./ organiza tai-chi por las mañanas (no en un gimnasio no, en medio de todo)
8./ da regalitos en San Valentín
(era divertido ver como los españoles aceleraban al pasar por esa zona...)
9./ Pon un puestecito para dar masajes
10./ en fin, lo que se te ocurra, en este microcosmos todo vale.
11./ ¿venga, vale, quieres mesas de ping pong en un pasillo? pues ponlas, no te cortes...

...

Lo admito, me mola mucho...

...siempre queda la duda de si es un experimento social o realmente aquí se hacen aviones...

miércoles, 14 de febrero de 2007

"Shiadel"

O Seattle, como se suele escribir, es una ciudad llena de contrastes.


A su favor, a los ojos de un canario, tiene la ventaja de tener el mar al lado, que era algo que por la meseta castellana se echaba de menos. Lo malo es que no tiene un clima digamos acogedor.

Tiene una zona llena de edificios acristalados y "fashion" llamada Downtown, pero si cruzas unas calles hacia el mar te encuentras un mercadillo que me recuerda un montón a los de Tailandia, sólo que aquí lo ponen de día, los tenderos son el triple de grandes que los Thai (salvo alguno asiático, claro) y, en general, todo está bastante más limpio.
Luego, si te alejas hacia el norte, llegas a Belletown, a la que supongo que le pusieron ese nombre hace muuucho tiempo, porque ahora está a falta de algún arreglillo que otro.
Como todavía no he recorrido la ciudad entera no puedo contar mucho de ella. De hecho tampoco puedo poner aún las fotos, porque aunque el sábado la estuve pateando, mi cámara estaba de compras en "aikia", pero esa es otra historia.

En fin, que de Seattle ya hablaré cuando la conozca mejor, cosa que ocurrirá pronto...
¡porque me mudo al downtown!
Si, voy a dejar las excelencias del Extended Stay, que si bien no está mal, no se puede comparar con un modesto pisito de alquiler en los Harbor Steps, que es a donde voy. Ya lo iré contando.

La verdad es que hace unos años hubiera elegido otro sitio más sencillo, pero desde que probé la buena vida(*) me he acostumbrado a darme los lujos en vida...


(*): ahhh, yo tenía una villa en Bali....

lunes, 12 de febrero de 2007

Los coches y los que van dentro

Uno de los temas que más me ha llamado la atención por aquí es el de los coches.

Conducen como gente civilizada, algo despistada, pero civilizada (y no me refiero a que conduzcan por la derecha, panda de anglófobos...)

En este país (o al menos en esta parte) si pones el indicador ¡tachán! ¡los coches te dejan pasar!
En Seattle si pones un pie en el asfalto (como peatón) ¡tachán! los coches bajan la velocidad o incluso se paran para dejarte cruzar...vivir para ver.

En temas de conducir y eso viniendo de Madrid te sientes como un lobo entre corderos "je je, si conducen como viejecitas" hasta que recuerdas otra vez que mucha peña aquí tiene armas en casa, y te relajas.

Aquí a los coches les pasa lo que a la gente, tienen un factor de escala de 1.5 respecto a los nuestros. Pero no hay que emocionarse: por más que todos tengan más de 100CV y capós enormes son todos automáticos...y responden como una abuela recién levantada.

Sí, el primer día de curro yo esperaba emocionado el coche de alquiler que nos da la empresa...por mi imaginación pasaban grandes Camaros, enormes Chevrolet largos como lanchas, pick-ups de enormes morros...

...y me toca un Toyota Corolla....snif....bueno, al menos se como llevarlo...

Pues no, un Toyota aquí por fuera es igual, pero también es automático y tiene una dirección blanda como para conducir con un dedo...que básicamente es lo que haces cuando vas en un coche automático, a unos 100 por hora (límite por aquí) y con el control de velocidad puesto...hala, a mirar el paisaje. O los camiones, que eso si que es digno de ver...entre el tamaño de los cacharros y el de sus dueños, los camioneros españoles parecen bailarinas.

Da igual si tienes un megacamión o una ranchera, aquí todos van a la misma velocidad y da como vergüenza correr más (aparte de la imagen mental del poli de carretera con gafas de espejo parándote).

Al principio cuesta un poco, pero luego te acostumbras a conducir más tranquilo, y así te da tiempo a aprenderte las señales, que están hechas con una lógica algo distinta.

Según pasan los días, al conductor que viene de esquivar cada día a la muerte en las obras de la M-30 y de luchar por mantener el coche con su forma original callejeando por el centro, le empieza a entrar como una paz interior ya olvidada. Y descubre que lo que le machacaba cada día no eran las horas de coche, sino los cabreos que se cogía por el camino....

Y bueno, ahora me ha tocado llevar un Pontiac Gran Prix, que no es una maravilla, pero farda bastante...

Eso si, aquí lo del control de tracción, abs y demás lo conocen sólo de oidas, y como en Seattle apenas llueve*, hay que ir con un pelín de cuidado.

*: dice un dicho de por aquí que sólo llueve 2 veces a la semana:
"de lunes a miércoles y de jueves a domingo"


Llegada a los estates.


Resulta curioso llegar a este país.

En cuanto bajas del avión te entra una especie de congoja del tipo:
¿y si les da por no dejarme entrar? que estos no se andan con chiquitas y te largan a Guantánamo...y ya te imaginas posando en interviú para pagar a los abogados...

Una vez pasa esa fase y el consabido interrogatorio, te relajas y comienzas a disfrutar de las "pequeñas diferencias" que decía Samuel L. Jackson...

Todo tiene un tonillo familiar, porque todos nos hemos criado con miles de pelis que hablan de como viven y nos enseñan como son las cosas por aquí, pero por muchas que hayas visto, no es lo mismo verlo en vivo.

Las diferencias se ven en cuanto pisas el suelo...la gente en general es 1.5 veces el españolito medio. Unas veces sólo de alto, otras de alto y ancho y otras...bueno, la comida basura es lo que tiene.

Tengo que admitir que después de oír tanto contra ellos, una vez que les tratas te das cuenta de que puede que sólo te hayan contando la parte mala, van un par de ejemplos:

Aquí la peña es amable hasta el asco, ¡y os lo dice alguien que ha estado en Tailandia!

Yo creo que esta gente lo que tiene es que hace todo al 100%. Si se les mete en la cabeza ser amables, pues eso, que te pasas dándoles los buenos días a todo el mundo, y no sólo diciendo hola y eso, que aquí si les das pie, te preguntan hasta por lo que tal el día. (e incluso ponen cara de que les interesa....parece increíble que esta gente luego tenga armas en casa)

Eso sí, cuando su curro es de ponerse serios...no les gana nadie. Si un poli te pide algo se lo das y punto. ¡No hay peor trago que se te acerque un poli y no entiendas una mierda de lo que dice! Hasta el más machote traga saliva y le tiembla la voz para decir...
"esquiusme, can you ripit?"

No quiero saber que se siente si te para un poli de carretera...y por cierto, del tema coches ya hablo luego.

Me estoy dispersando, pero es que al principio todo impresiona un poco, intentaré tratar un tema cada vez.

Eso sí, me tengo que poner serio y hacer más fotos.

domingo, 4 de febrero de 2007

Un canario en Seattle

Hazlo rápido y sin pensar, como quien quita un esparadrapo:
aunque el mundo no lo necesite, aquí va un blog más.

Tengo que admitir que antes me valía con mandar unos cuantos correos para mantener a los amigos al día, pero estos últimos meses andan pasando demasiadas cosas, así que, como perezoso que soy, voy a ahorrarme los correos y contar todo en un solo sitio.

Resumiendo, este canario está aquí en Seattle currando para los yankees de Boeing...
¡y va a disfrutar cada minuto! ¡Benditas subcontratas!
(porque a ver quien es el guapo que consigue un curro con éstos siendo de fuera...)

Pero bueno, me dejo ya de prólogo y voy al grano (al queso, que dirían los las islas) que sino esto no se lo leen ni mis colegas.

Carlos

PD: desde aquí le mando un beso a la portadora del otro anillo...